viernes, 23 de marzo de 2012

Mercaderes




      

Es normal que cuando llueve, la gente tienda a buscar paraguas para protegerse de la lluvia. Y es normal que en tiempos de mucha lluvia, los vendedores de paraguas hagan su agosto a costa de los peatones que compran paraguas porque temen mojarse y resfriarse. Normal , ¿No?
Pero si siempre han existido vendedores de paraguas que hacen su gran negocio en épocas de mucha lluvia y vendedores de humo que pasan la prueba de la navaja de Ockam, parece que últimamente proliferan los vendedores de miedo. Son los que parecen estar dominando en estos tiempos tan difíciles que nos está tocando vivir. Son los que de verdad están haciendo su agosto, discretamente protegidos por un inmenso ejército mediático incondicional a su servicio.
¿Y qué ocurrirá? Que posiblemente llegue un día en que pregonarán, como decía el personaje de Dostoievski en "Los Hermanos Karamazov": "... Cuando les apriete la necesidad, habrá que darles un trozo de pan; y entonces se alegrarán de verse otra vez conducidos como un rebaño y libres de la pesada carga de la libertad, porque ellos depositan su libertad a nuestros pies, a cambio de que nosotros les demos seguridad..."