viernes, 23 de marzo de 2012

Mercaderes




      

Es normal que cuando llueve, la gente tienda a buscar paraguas para protegerse de la lluvia. Y es normal que en tiempos de mucha lluvia, los vendedores de paraguas hagan su agosto a costa de los peatones que compran paraguas porque temen mojarse y resfriarse. Normal , ¿No?
Pero si siempre han existido vendedores de paraguas que hacen su gran negocio en épocas de mucha lluvia y vendedores de humo que pasan la prueba de la navaja de Ockam, parece que últimamente proliferan los vendedores de miedo. Son los que parecen estar dominando en estos tiempos tan difíciles que nos está tocando vivir. Son los que de verdad están haciendo su agosto, discretamente protegidos por un inmenso ejército mediático incondicional a su servicio.
¿Y qué ocurrirá? Que posiblemente llegue un día en que pregonarán, como decía el personaje de Dostoievski en "Los Hermanos Karamazov": "... Cuando les apriete la necesidad, habrá que darles un trozo de pan; y entonces se alegrarán de verse otra vez conducidos como un rebaño y libres de la pesada carga de la libertad, porque ellos depositan su libertad a nuestros pies, a cambio de que nosotros les demos seguridad..."

sábado, 25 de febrero de 2012

De cuando siete prevaricadores condenaron a un juez

   En este país, parece que hay un cierto afán por parte de algunos sectores interesados de la judicatura, en considerar las sentencias judiciales como una especie de irrebatible dogma de fe similar a cuando el papa habla ex-cátedra para los católicos, que debemos aceptar y acatar sumisamente como si fuesen de inspiración divina.  Pero una sentencia judicial no deja de ser el  resultado de una acción humana, y como tal sujeta no solo a errores, sino a decisiones  inducidas o influidas  por resentimientos, envidias o ánimo de venganza.


                             
  La sentencia 79/2012 de la Sala de lo Penal del Tribual Supremo, por la que se condena a Baltasar Garzón a once años de inhabilitación, es un caso de fragante divorcio entre lo legal y lo justo, que ha provocado la indignación de la mayoría de los ciudadanos de este país, e incluso en otros países,  produciendo  un indudable desprestigio de nuestra  justicia.

  Podemos admitir, como dicen algunos juristas, que Garzón no sea un buen instructor. Vale. Podemos admitir, que tiene un ego muy desarrollado. Vale. Podemos admitir, que haya pisado algunos callos. Vale. Pero de eso, a perseguirle con ensañamiento y promover tres juicos casi simultáneos en el Tribunal Supremo, en lo que se interpreta mayoritariamente como un linchamiento moral, va un abismo.

  A la mayoría de los ciudadanos no le pasa desapercibido el hecho de que el juez ha sido condenado, mientras los delincuentes y políticos corruptos imputados por él brindaban con champán, como muy gráficamente intuyo quería decir su hija María en una carta a la prensa. Ni dejan de pensar que en este caso no se ha hecho Justicia en sentido abstracto,  ético y ponderado, sino que se ha utilizado la Ley de forma torticera  para aniquilar al Juez que más ha hecho por España en el frente de los derechos humanos.  Y eso lo dijo bien  alto y claro un ex-fiscal anticorrupción de este país:  "El Tribunal Supremo es una casta de burócratas al servicio de la venganza y arrodillados ante la corrupción".

   No se quedan atrás los comentarios de prestigiosos juristas,  intelectuales y periodistas:
 "... es un escándalo internacional que el primer condenado por un caso de corrupción sea el juez que lo investigó, mientras los corruptos  eluden sus responsabilidades con fianzas millonarias"(Inés Sabanés).  "".. el mayor golpe a la democracia española,  es obra de una mayoría de jueces del Supremo,  en una parodia de juicio más propia de un sainete que de un país civilizado", ( Juan Goytisolo).  "... un día triste para la historia de la Justicia española",  (Juan Fernández del Torco).  "..repugna el doble rasero, y las presunciones de prepotencia, acoso y venganza que trascienden la condena de Garzón", ( Guillermo García Alcalde). "...se está santificando la utilización del Estado de derecho para blindar la delincuencia de alto vuelo" (Mercedes Gallizo). "La justicia no ha hecho su transición, y continúa siendo un poder retrógrado e  indigno de confianza" (Javier Cercas).

   Le denegación sistemática de pruebas solicitadas por la defensa;  el agravio comparativo con la "doctrina Botín"; la increíble celeridad del Juez Varela en dictar resoluciones  que perjudicaran al Juez  en contextos ajenos al propio procedimiento; la discriminación de imputar a Garzón cuyas actuaciones fueron avaladas por la fiscalía, la policía, un magistrado  y otro juez;  la coincidencia de tres procedimientos en el plazo de veinte días creando un clima social de culpabilidad, y lo que parece una utilización y coordinación de los tiempos, de la forma más perjudicial para el acusado, contribuyen a crear entre los ciudadanos la sensación de que este caso coadyuva  al desprestigio de la Justicia en España, porque prima el deseo de venganza y de destrucción del enemigo político, aplicando de la forma más estricta la norma lesiva para el ciudadano honrado y de la forma más beneficiosa para proteger al delincuente. Y eso no solo lo pienso yo, sino que lo  piensan las dos terceras partes de los españoles.

    Me viene a la memoria mi época de estudiante, cuando un compañero que fue procesado por el Tribunal de Orden Público de la Dictadura por un delito de opinión,  le dijo  a los que le juzgaban:  "Si  este Tribunal representa a la Justicia de este país, para cualquier honesto ciudadano es un honor estar sentado en el banquillo de los acusados".

miércoles, 4 de enero de 2012

LA FOTO DEL AÑO

Si yo participase en una votación para elegir la foto del año 2011, posiblemente votaría por la foto de portada de un semanario de un periódico nacional, en la que posan tres jóvenes del movimiento 15M en la Puerta del Sol, con una pancarta que dice: "No es una crisis, es una estafa".

Y aquí volvería a recordar aquel principio de la termodinámica que dice que "la energía no se crea ni se destruye, se transforma", que aplicado a la macroeconomía podría burdamente traducirse como "el dinero no desaparece, cambia de manos".
Nos anuncian una brutal subida de impuestos y el recorte de gastos más duro de la democracia, porque hay que rebajar el déficit público al precio que sea, ya que con la prima de riesgo a los niveles que está, supone una verdadera sangría para el país.  Y esto no es sino "el inicio del inicio", que decía la portavoz del Gobierno.  Aún así, el presupuesto para hacer frente al servicio de la deuda del Reino de España es superior a la suma de los presupuestos del Estado para Defensa, Sanidad (La parte estatal), Educación, Cultura, Agricultura, Industria y Obras Públicas.
De cualquier forma, ¿Quién soporta la mayor parte de la carga fiscal? Con la modificación aprobada recientemente, el ciudadano que tenga una renta de trabajo de 35.000,-€ en un año, tributa al 40,%. Pero el ciudadano que tiene una SICAV de cien millones de euros y obtiene en un año un beneficio de cuatro millones sólo tributa al uno por ciento. Paradojas fiscales, podríamos decir.
Resumiendo, que tenemos que pagar más impuestos y cobrar menos, porque hay que pagar la deuda del Reino de España y los intereses de esa deuda. Pero aquí viene la pregunta del millón:  si a todos nosotros nos gravan con más impuestos para poder pagar los intereses y la amortización de esa deuda en el plazo impuesto por Don Mercado, alguien cobrará esos intereses, ¿No? Por supuesto ¿Pero quién...?
Valga un ejemplo: se construye un aeropuerto en Castellón que ha costado unos doscientos millones de euros por el capricho de un político. Se inaugura el aeropuerto para hacerse la foto y que la gente pueda pasear por las pistas, pero no hay aviones. El aeropuerto no es operativo. No pueden aterrizar aviones. Luego se contrata un servicio de seguridad privada, que se entretienen en matar conejos, porque como el aeropuerto está cerrado y vallado y no pueden entrar perros ni cazadores, los conejos se han convertido en plaga que corretean por las pistas y terrenos aledaños. Esta seguridad cuesta unos cinco millones de euros al año.  Alucinante, ¿No?
No cabe duda de que los proyectos, obras y servicios relacionados con la construcción de este aeropuerto, habrán contribuido a enriquecer a algunos, y hasta es posible que algún amigo haya recibido un trato de favor en esos contratos.  Por otra parte, ese político en cuestión está imputado en un procedimiento judicial pendiente de apertura de juicio oral, en el que la acusación particular solicita quince años de cárcel.  Pero al margen del resultado de ese procedimiento judicial, el hecho es que se ha construido un aeropuerto inútil e innecesario según algunos, que ha costado unos doscientos millones de euros y que ahora hay que pagar con los correspondientes intereses, que con la prima de riesgo en los niveles actuales, suponen de ocho a diez millones anuales de intereses. Pero... ¿Y quien cobra esos intereses?
Dicen que Europa nos obliga a reducir el déficit. ¿Pero quién es Europa? Los que queríamos una Europa social dirigida por los pueblos, nos encontramos con una Europa antisocial bajo la tutela de Don Mercado. Es lo que hay. Unión monetaria sin convergencia social ni fiscal. Un fracaso anunciado y previsto, que beneficia a algunos y perjudica a muchísimos. En los diez primeros años del euro, el precio de la cesta de la compra ha aumentado en España un 48,% mientras los salarios aumentaban un 13,7 % de media. Redistribución de la renta inversa, podríamos decir. La venta de automóviles de gama media y utilitarios baja un treinta y cinco por ciento, mientras la venta de automóviles de lujo aumenta en la misma proporción. Ejemplos así, a miles.
Y a todas estas, "este país está enladrillado, y el desenladrillador que lo desenladrille, buen desenladrillador será".  Los bancos asfixiados bajo el peso del  hormigón y la morosidad,  y con los grifos del crédito al consumo y pequeñas empresas casi cerrados. Pero hay que reducir el déficit y pagar la deuda soberana...  y la no soberana. Así lo asumen los principales mandatarios de Europa y América,  porque Don Mercado en momentos de máxima incertidumbre, lo que quiere de verdad es recuperar su inversión aunque lo disimule hablando de estabilidad, control del déficit, austeridad y transparencia...
A Don Mercado lo que le preocupa realmente es cobrar los intereses de su deuda, y acelerar la amortización ante el panorama de incertidumbre que se presenta. No le preocupa que aumente el paro, que haya recesión, que aumenten las desigualdades sociales. No. Don Mercado lo que quiere es ganar más, a costa de lo que sea.  Y para eso tiene como rehenes a Sarkozy, Merkel, Cameron, Rajoy,  (Y antes a Zapatero), Obama...
Por eso yo creo que la foto con la leyenda de "Esto no es una crisis, esto es una estafa", podría ser la foto del año.  Y la otra foto del año, podría ser la de Don Mercado.  Pero esta sí que es realmente difícil de conseguir.

jueves, 8 de diciembre de 2011

LA CRISIS Y LOS BANCOS.


Recibí algunos comentarios y e-mails sobre un artículo mío anteriormente publicado ("De cuando pusieron los lobos a cuidar de las ovejas"), de los cuales al menos quiero contestar a uno, porque considero conveniente hacer algunas reflexiones y matizaciones sobre el recurrente asunto de la crisis y los bancos.

Me dice una ex-compañera de trabajo, que parece que tengo "un cierto resquemor hacia la banca, que es la mano que me ha dado ..." pero nada más lejos de la realidad. Personalmente me siento orgulloso y realizado por mi actividad profesional durante muchos años en la banca. Y pienso además, que el trabajador de banca es de los más disciplinados, eficientes, con dedicación ilimitada y espíritu de sacrificio, y que además lo tienen mucho más difícil en un entorno como el actual.

Y en cuanto a la banca en sí, considero que realiza una labor social fundamental en nuestra sociedad, al recoger los ahorros ociosos de los ciudadanos y canalizarlos como préstamos para la economía productiva, además de prestar inestimables servicios relacionados con el sector financiero. Los bancos representan el verdadero sistema arterial de la economía, redistribuyendo recursos y medios absolutamente necesarios para la producción y el consumo.

Realizan además una labor de depuración de la economía, cuando con cargo a sus propias cuentas de resultados absorben y amortizan como incobrables deudas de empresas o particulares, derivadas de mala gestión o circunstancias adversas para estas. Y vaya por delante, por supuesto, que con todo esto quiero romper una lanza a favor de los bancarios, los banqueros y de la banca como institución.

Porque hablando de banqueros, quiero mencionar una anécdota de D. Claudio Boada, que fue Presidente de un gran banco, al que sacó de una crisis y mejoró de forma espectacular en su gestión, y que en una reunión con directivos nos decía: "Soy catalán, de una familia de comerciantes, y considero que un banco no es sino una cadena de tiendas que compran y venden dinero. Y al frente de esas tiendas están ustedes, para gestionar y administrar con prudencia y eficiencia un dinero que es ajeno". Es una versión un poco rudimentaria de la banca, si ustedes lo consideran así, pero que creo representa la esencia del negocio bancario.

Y en esto llegó la crisis, y se acabó la diversión.

Me dice la ex-compañera, que "..habría que reeducar a la gente desde niños, con una asignatura de economía doméstica o algo así... si cobras 900 euros, no puedes gastarte 200 en factura de móvil... si vas a comprar un coche, no puede ser que te cobren solo 200 euros al mes y al final tengas una cuota residual de 9.000,€, cuando el coche ya no valdrá ni la cuarta parte. Todos hemos tenido algo de culpa de esa exuberancia y ese derroche: por la inconsciencia de la gente y por la imprudencia de las entidades financieras." Y la verdad es que no puedo menos que estar de acuerdo con estas apreciaciones.

Pero hay obviamente algo más. Cuando circulamos con un vehículo, nos encontramos con límites de velocidad según circulemos por autopistas, carreteras o vías urbanas, indicados con señales de circulación que debemos respetar, con semáforos, pasos de peatones, etc. Es decir, que hay una regulación estricta de la circulación, para canalizar el tráfico y evitar que ocurran accidentes. Pero todo esto se hace, sin conculcar la sagrada libertad de circular por donde quieras. ¿Es así, no?

Si un cliente pide un préstamo a una entidad financiera para comprar una vivienda, debe tener una contrastada capacidad de ahorro, primero, y capacidad de pago, después, para evitar de que ocurra el accidente de la morosidad que le pondría en dificultades a sí mismo y a la entidad financiera. Pero si la entidad le da el préstamo sin que tenga nada ahorrado el cliente, y le financia la vivienda, el coche, los gastos de la compra de la vivienda y la televisión de plasma, porque esa hipoteca la va a titularizar y vendérsela a un fondo de inversión de Michigan, pues ocurre lo que está ocurriendo.

¿Y quién tiene la culpa? El cliente por inconsciente, el banco por imprudente... y la falta de regulación. Si te metes circulando a cien por hora con un vehículo por una vía urbana, lo más probable es que tengas un accidente.

Pero por otra parte. ¿Cómo se puede explicar, que hace unos años los bancos declarasen incrementos de beneficios anuales de hasta el treinta por ciento, mientras la economía real crecía un cuatro o cinco por ciento? Aquí hay algo que no cuadra.

Yo creo que cuando movimientos sociales como el 15M arremeten contra la banca, no lo hacen contra la banca ortodoxa, necesaria y que cumple una función insustituible en la sociedad. Lo hacen contra la banca especulativa que ha desvirtuado el tradicional negocio de los bancos, recurriendo por ejemplo a vender a los clientes productos financieros que no conocían, como estructurados, futuros y derivados, que en la práctica resultaban una simple apuesta sobre tipos de interés u otra referencia, y en la que el banco jugaba con ventaja y actuaba casi como un tahur, al tratarse de productos muy complejos y difíciles de entender para la mayoría de los clientes.

Resumiendo: negocio bancario, sí; especulación con dinero ajeno, no.

domingo, 20 de noviembre de 2011

El valor de los votos: Democracia Real y Democracia Virtual

Decía hace muchos años un profesor de Derecho Constitucional, que en España no existía una democracia sino una partitocracia,  haciendo referencia al poder las élites de los partidos políticos sobre la sociedad y sobre sus propios militantes.
 
Los resultados electorales de esta jornada en España, nos suscitan una comparación que podemos analizar en los gráficos adjuntos:   los escaños en el Parlamento obtenidos en realidad por los partidos políticos, y los que en realidad habrían obtenido si los parlamentarios resultasen elegidos en proporción a los votos recibidos por sus formaciones políticas.
 
Cuando se aplica la distribución proporcional de escaños, según el sistema ideado por Victor d´Hont, se efectúa una corrección que beneficia a los partidos mayoritarios en detrimento de los pequeños, tratando de justificarlo en la necesidad de  facilitar la gobernabilidad. Y sin dejar de ser cierto que las democracias necesitan estabilidad y gobernabilidad, no deja de ser cierto por otra parte, que provocan situaciones que realmente injustas.
 
Por ejemplo, si en las elecciones del 20 de noviembre, el Partido Popular hubiese obtenido escaños en proporción directa a los votos recibidos en toda España, solamente habría obtenido 158 escaños, lejos de la mayoría absoluta, y que hubiese necesitado de pactos o consensos puntuales para gobernar. Por otra parte, Amaiur con 330.000 votos obtuvo 7 diputados, y UPD con 1.140.000 votos sólo obtuvo 5 diputatos, por poner un ejemplo de distorción de la representatividad.
 
De todas formas, la democracia es imperfecta, como toda obra humana, pero es la menos mala de todos los sistemas políticos conocidos. Ahora bien, para conservar y profundizar en la democracia en este país, es necesaria una reforma de la Ley Electoral que le dé más protagonismo al ciudadano y se lo quite a las élites de los partidos políticos, que se modifiquen criterios de representatividad y que se supriman o modifiquen barreras electorales, como la que hay en Canarias,  en la que para lograr representación en una isla es necesario obtener el treinta por ciento de los votos, anacronismo superado sólo  por Turquía en todo el mundo.
 
Y no hay que olvidar tampoco, que la lucha política se reduce en el fondo a la defensa de los intereses de una minoría poderosa, frente a la defensa de los intereses de una mayoría más débil.  Llámese derechas e izquierdas, o con los adjetivos que quieran ponerse.  Y esto  lo expresaba hoy mismo Paul Kruman, Premio Nobel de Economía, en un artículo periodístico: “Los demócratas consideran que los programas de protección social y la Seguridad Social, responden al imperativo moral de proporcionar una seguridad básica y ayudar a los necesitados. Los republicanos en cambio tienen una opinión totalmente distinta. Puede que no lo digan en público, pero en privado opinan que el Estado de Bienestar es inmoral: Una forma de obligar a los ciudadanos a punta de pistola, a entregar su dinero a otras personas”.
  Las conclusiones pueden sacarlas ustedes mismos.

REPARTO DE ESCAÑOS SEGÚN LA LEY ELECTORAL ACTUAL. DATOS DE "EL PAÍS"


REPARTO DE ESCAÑOS SEGÚN PORCENTAJE DE VOTOS (1 CIUDADANO 1 VOTO)

domingo, 30 de octubre de 2011

DE CUANDO PUSIERON LOS LOBOS A CUIDAR DE LAS OVEJAS

Durante muchísimos años, en el fértil valle de Josafá,  los pastores siervos del Señor Conde cuidaban sus abundantes rebaños de ovejas,  mientras en el monte,  media docena de lobos acechaban al cordero descarriado o a la oveja enferma.

Se había establecido un cierto equilibrio en el Valle, una regulación  con la anuencia del Sr. Conde,  por el que la manada de lobos sobrevivía devorando alguna pieza de vez en cuando, mientras el resto de las manadas de indefensas ovejas, eran cuidadas y defendidas por los pastores y sus perros guardianes.

Pero cuenta la leyenda que el Sr. Conde, que tenía una especial debilidad por los lobos a los que admiraba por su ferocidad y destreza, ordenó a sus pastores que dejaran pastar a las ovejas libremente por todo el valle, retiraran sus perros, y ellos se dedicaran a la agricultura, pues  la sabia naturaleza se encargaría de mantener ese equilibrio natural entre  las ovejas y los lobos.

Ocurrió entonces que los lobos se crecieron, engordaron, se multiplicaron y aumentó espectacularmente su población ante la abundancia de carne de las indefensas ovejas, mientras los rebaños inermes iban desapareciendo paulatinamente  bajo las fauces de los salvajes carnívoros.
Y llegó el día en que,  exterminadas las ovejas del valle por la voracidad de las fieras, bajaban de la montaña y se veían deambulando  por el valle de Josafán manadas de famélicos lobos, que terminaban muriendo de inanición o devorados por sus propios congéneres. 

Pero la historia se repite.

Los Felices 20 terminaron el 24 de octubre de 1929 con el comienzo de la Gran Depresión, que provocó una crisis económica con niveles de paro de hasta el 33,% y descenso del comercio internacional, de los ingresos fiscales, de la renta nacional y de la producción de hasta un 50,%, lo que propició que  en medio de esa crisis surgieran los profetas salvapatrias como Hitler, Franco, Stalin o Mussolini, y lo que a su vez trajo como consecuencia la Segunda Guerra Mundial con setenta millones de muertos, Europa arrasada y los japoneses experimentando en propia carne los efectos de las primeras bombas nucleares.

 "Eso no le puede volver a ocurrir a la humanidad" decían los líderes mundiales de la postguerra, y se pusieron manos a la obra:  Fundaron la ONU,  proclamaron la Declaración Universal de los Derechos Humanos, instituyeron  la UNESCO con el propósito de contribuir a la paz, la FAO  para contribuir a erradicar el hambre en el mundo, y lo que no es menos importante, implementaron  mediadas legislativas, controles y regulaciones, que evitaran se pudiera llegar a la situación que provocó el colapso que empezó el 24 de octubre de 1929 con todas  sus terribles  consecuencias.
 
En Estados Unidos, Roosevelt  con su New Deal lidera los esfuerzos por retornar a la prosperidad, y promueve una estricta regulación de los mercados financieros con la Securities and Echange Commission y con otras leyes como la Ley de Seguridad Social de 1935, impulsando así mismo  inversiones en educación e infraestructuras, medidas todas ellas que sientan las bases de la sociedad de consumo y de la prosperidad en Estados Unidos.

En Europa, contando con la ayuda americana del Plan Marshall, el crecimiento de la productividad y el desarrollo de nuevas tecnologías, se inició una etapa de crecimiento y prosperidad  sin precedentes, que  convirtió a todos los países euroccidentales en lo que se  ha llamado El Estado de Bienestar, garantizando a sus ciudadanos una educación, una sanidad, unas infraestructuras y un excepcional nivel de vida, en el marco de unas sociedades democráticas, y con una estricta regulación de los mercados financieros, al tiempo que una redistribución de la riqueza que permitía altas tasas de consumo a los europeos.

Esto era Jauja, y los lobos seguían en el monte, vigilados por los perros y los pastores.

Pero aquello era demasiado bonito para que durara.

El neolibaralismo a ultranza impulsado inicialmente por Ronald Reagan en EEUU a partir de 1980, y por Margaret Thatcher a partir de 1979 en Reino Unido, se extendió por los países desarrollados, impulsando cambios legislativos que reducían o anulaban las regulaciones existentes  e impulsaban privatizaciones de instituciones financieras y de empresas públicas de sectores económicos sensibles, y que recibió nuevos impulsos con la caída del muro de Berlin y el decreciente poder disuasorio del socialismo como alternativa.

El Sr. Conde comenzó a dar instrucciones a los pastores para que cedieran más terrenos a las manadas de lobos y les dejasen en libertad frente a las ovejas.  "Los mercados se regulan solos", decían los nuevos profetas del neoliberalismo.

Pero la globalización provoca la libre circulación de capitales, plusvalías incluidas, pero no de las personas. Europa se construye a la medida de los mercaderes y las multinacionales, en lugar de hacerlo a la medida de sus ciudadanos, su historia y cultura. Se prodigan los paraísos fiscales, no como refugio de capitales por motivos políticos, como era Suiza en sus orígenes, sino como nido y refugio de delincuentes fiscales, narcotraficantes, tratantes de blancas, traficantes de armas y otros especímenes parecidos, y todo esto, con el visto bueno y la tolerancia de todos los gobiernos

La liberalización y la desregulación de los mercados financieros, provoca un espectacular crecimiento del mismo por encima del resto de los sectores económicos, al tiempo de ocasionar una progresiva desigualdad de los ingresos y la riqueza, y un empobrecimiento de los ciudadanos. Y así llegamos a donde estamos.

Los Felices 60 terminaron el 15 de septiembre de 2.008 con la quiebra de Lehman Brothers. Pero para que Richard Fuld  dispusiera de seis jets, un helicóptero y un fastuoso yate, o para que Jhon Paulson ganase doce mil millones de dólares en cuatro años especulando con derivados, ha sido necesario  que millones de americanos perdiesen sus ahorros, sus empleos y sus viviendas.

Es paradójico que los ingenieros de verdad que construyen edificios, autopistas o aviones, y además son responsables de sus obras, ganen cien veces menos que los ingenieros financieros, que solo construyen sueños que se convierten en pesadillas,  con las que cuanto más dinero pierden sus clientes,  más ganan ellos.  Ocurriendo además no tienen responsabilidad, y que cuando el sueño se convierte en pesadilla, el Estado paga la factura.

Titularizaciones de hipotecas, permutas de incumplimiento de créditos, derivados complejos, deuda colateralizada (CDO), subprime, contratos de seguro sobre riesgo de impago (CDS), ... un verdadero arsenal depredador, al que Warren Buffett llamó "armas de destrucción masiva para la economía".
 Pero lo sucedido hasta ahora, focalizado en Europa y USA,  no es sino el comienzo. Una especie de terremoto de magnitud dos en la escala de Richter. Ya han dicho en el departamento de estudios de un gran banco español, que los años 2012 y 2013 serán "anni  horribiles".  Y en  otro, que la banca tardará 45 años en digerir el empacho de suelo y viviendas que tienen o les caerá.  El verdadero terremoto de las economías de todos los países del mundo con magnitud  seis o siete y que provocará verdaderos estragos globales, llegará cuando estalle la burbuja inmobiliaria en China. Que parece no tardará. 

Y cuando los empobrecidos ciudadanos no puedan cambiar de televisor, salir de viaje o comprar  un automóvil nuevo cada cinco años, porque tendrán que pagarse  las medicinas, el colegio de sus hijos, y la asistencia a sus mayores,  ocurrirá que consumirán menos, claro

Y cuenta la leyenda  “…que se veían deambulando  por el valle de Josafa manadas de famélicos lobos, que terminaban muriendo de inanición o devorados por sus propios congéneres.“
Ya no quedaban ovejas.